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miércoles, 11 de diciembre de 2013

La música dentro del arte del actor




Como elemento técnico, formador, expresivo y creador.

El diario de un loquititico.
Muchas veces me he preguntado que es lo que caracteriza el arte de la interpretación con respecto a las otras artes ¿Qué lo hace único? Cual es su propia esencia. 

La respuesta obvia es “actuar, interpretar, caracterizar una fuerza vital” sin embargo es un poco más complicado, o al menos eso creo.

Por ejemplo tomemos a cualquier otro artista, digamos un pintor, depende de si mismo a la hora de crear, una escritora igual, un bailarín lo mismo, a lo sumo necesitaran sus herramientas de trabajo o algo que las simule. 

El pintor su lienzo y pincel, lápiz, etc. La escritora papel y su lapicero y el bailarín algo que produzca una cadencia musical o tal vez no, solamente su cuerpo.

A lo que me refiero es que todos los artistas de todas las artes tienen técnicas bien desarrolladas que les permiten elaborar su arte en cualquier situación y lugar, su técnica es un arte en si misma.

Entonces uno va a una reunión de amigos o conocidos y siempre surge la eterna cuestión: ¡Ah usted es actor! ¡Haga algo! Creo que a todos nos ha pasado, es un poco molesto porque uno se dice en silencio: “soy un actor no un payaso (sin ofensa para los payasos, que dicho sea de paso su arte les permite hacer cosas maravillosas en cualquier circunstancia a diferencia de los actores :)) 

Algunos actores y actrices que acceden a hacer algo empiezan a contar chistes usando toda su impresionante técnica adquirida tras años de estudio y trabajo para hacer clichés de personajes, cambiar el tono de su voz y contar un chiste actuado. Y muchos de esta clase de actores y actrices se dedican a eso, a crear pobres imágenes del ser humano para que la gente se ría de ellos.

 Yo mismo conozco un par de ellas que hasta les pagan por hacerlo en TV, y en cierta forma son las responsables directas de arruinar el talento y la carrera de muchos jóvenes artistas que piensan que de eso se trata la actuación.

Volviendo a mi punto, le podemos solicitar a un músico que haga algo y este simplemente, si accede, tomará su instrumento y gracias a sus años de técnica y trabajo duro nos hará reír o llorar, no de su interpretación si no con su interpretación. De su instrumento saldrá un depurado producto artístico lleno de vida, saldrá energía pura y no una simple mala imitación de la vida. Y lo mismo para cualquier otro artista, un malabarista, un clown, un pintacaritas.

Pero el actor no, él o ella se conforman con imitar, ¿Tendrá esto algo que ver con la ausencia de método, de técnica? Porque como dicen por ahí “cada maestrillo con su librillo” y este es el caso de muchos actores que tienen su método, su técnica secreta, tan secreta que ni ellos mismos saben cual es.

A mi me parece que precisamente la esencia del arte del actor es la creación de un espíritu vivo, mágico, reflejado en su propio cuerpo, en su propia alma. El actor es músico, payaso, bailarín, escritor, malabarista. El actor “Es” no imita “Él Es”. Pero para “ser” hay que primero “estar”, luego “ser” y luego “permitir”.

¿Cómo se logra esto? No hay una respuesta clara. Pero hay una forma “con trabajo metódico que nos permita colocarnos en ese estado de ser, de estar, de permitir. Al no haber un consenso sobre el método  a utilizar cada actor se dedica a buscar el suyo. A Dios gracias los músicos ya tienen un método que funciona, simple, ágil, exacto, matemático, que una vez dominado, el resto es cosa de la inspiración o de dios. Pero primero dominan el método y el talento le sigue.

Los actores haríamos muy bien en apropiarnos de este método que además tiene muchas coincidencias con nuestro arte, a saber: es simultáneo en el tiempo y el espacio, depende de un ritmo de una pulsación como la vida, se necesita partir de un estado de ser y estar, el público influye directamente en el desarrollo de la pieza, el interprete desnuda su alma y segundo a segundo lucha por mantenerse a tiempo o salirse de él, por dar la nota perfecta o errarla, su performance es un riesgo constante desde que inicia hasta que termina (así debería ser la vida del actor cuando está en escena).

El objetivo entonces de esta publicación es instar a los actores y actrices para que se aferren a un método artístico para encontrar el suyo propio. Yo recomiendo el musical como punto de partida, pues lo he experimentado en mi propio ser y me ha resultado más que valioso. Usen sus nociones básicas; como el tiempo, el ritmo, la melodía, la armonía, el desarrollo del oído, la improvisación, la concentración, la voz la memoría, la intuición, la visualización, la imaginación, etcetera.

Lo anterior les permitirá entrar en un estado de “ser, estar, permitir” en cualquier circunstancia y en cualquier lugar.

Utilicen el método musical, aprendan a tocar algún instrumento o a cantar, dediquen tiempo diario al método y se sorprenderán de los beneficios que traerá esto a su carrera como interpretes y a su desarrollo general como seres humanos.

En la red hay infinidad de sitios donde pueden aprender teoría y práctica musical de manera gratuita y de alta calidad, y por su puesto si tienen los recursos accedan a alguna academia.

Les dejo algunos enlaces por acá y espero que más adelante me compartan sus experiencias.

trainer.thetamusic.com/


El diario de un loquitico, teatro de calle.


Quiero cerrar este artículo con la siguiente cita de Goethe:

“Quisiera que el escenario fuera tan estrecho como la cuerda floja de un equilibrista, así ningún incompetente se atrevería a subirse en él” Goethe

Cualquiera se puede subir a una cuerda floja siempre y cuando haya preparado su cuerpo su mente y su espíritu, lo mismo aplica para un escenario.

 Cualquiera se puede hacer daño si se sube a la cuerda floja y no está preparado, lo mismo aplica para un escenario.

Feliz año nuevo.


  















Anna Likhacheva interpretando El Colibrí.