Antes quisiera señalar que he tenido la oportunidad de conocer a Hugo y ha sido una experiencia enriquecedora, ya que es un gran ser humano y un excelente actor. Esto me agrada mucho porque aúnque estemos a grandes distancias todos los actores y actrices podemos compartir nuestros trabajos y seguir creciendo como seres humanos y artistas utilizando este tipo de tecnología.
Bueno sin más les dejo con esta excelente reseña. Muchas gracias Hugo por toda tu coloboración.
Reseña del Curso De
Entrenamiento Para Actores y Actrices
Por Hugo
Alberto Dena.
Torreón, Coahuila;
México – Agosto a Octubre de 2012.
Duración: 18
Sesiones de 2 a
3 horas cada una.
Hugo Alberto Dena. Torreón, Coahuila; México. 1975.
Actor, director de escena y capacitador de actores.
Inicia su
trayectoria como actor en 1991 aún siendo estudiante de bachillerato, posteriormente
se incorpora a diversas compañías teatrales en su ciudad de origen como actor realizando
giras por todo el país, cursa estudios en diversas instituciones de formación
escénica en la Ciudad De
México, como el Complejo Cultural San Rafael, el Centro Cultural San Ángel y en
el Centro Regional de Cultura de Toluca, Estado de México. Entre sus trabajos
como actor se encuentran: Funerales y Bodas, Regalo de Navidad, Jesucristo Superstar,
Regresarás de las tinieblas, ¿Y...Dónde está el Tenorio?, Habitación 321, Los
De Abajo, Peter Pan, La Bella
y La Bestia,
Drácula de Bram Stocker, Cenicienta, El Grinch, La espada en la piedra, Los cuervos
están de luto, Usted puede ser un asesino, y muchas más a nivel nacional,
además de El corrido del barrio, en
Denver, Co. Estados Unidos. En la dirección de escena: Habitación 321
(1999), Jesucristo Superstar (2006 y 2007) y Lepidópteros y
Árboles (2012), éste último, con el grupo de actores egresados de su curso
de entrenamiento para actores y actrices.
Su dedicación al
arte teatral, lo lleva a tomar cursos constantes de capacitación relacionados a
su labor dentro y fuera de los escenarios, como la dramaturgia, entrenamiento
físico, exploración teatral, instalación, composición escénica del teatro,
composición del teatro chicano (USA) y laboratorios de experimentación teatral.
Actualmente, es
asistente de dirección de la puesta en escena La pinche india, de Mario
Cantú Toscano, dirección de Uriel Rangel y producción de La Hoja
En Blanco, a
cargo de Cecy Guerrero; proyecto becado por el Instituto Tamaulipeco Para La Cultura y Las Artes y El lnstituto Nacional De Bellas Artes en su programa Práctica de vuelo, además de desarrollar
de su siguiente proyecto de lectura dramatizada en atril: “Macario” de Bruno
Traven y en su proyecto de técnica teatral personal denominado por él mismo
“Deconstrucción Escénica”.
Parte I
El curso de
entrenamiento para actores y actrices que se impartió durante dos meses en
Torreón, México, por un servidor, tuvo como misión principal dar formación
actoral y proporcionar las herramientas necesarias para un óptimo desempeño
escénico a los actores y actrices en capacitación, instruir nuevos talentos
para las artes escénicas y/o reforzar los conocimientos previos en caso de aquellos
elementos que cuentan con experiencia artística (se les recuerda que nuestra
convocatoria era abierta a todo tipo de público interesado en inscribirse al
curso), así como de compartir los conocimientos adquiridos durante
mis años de estudiante de arte dramático, teatro musical (tema que no fue parte
del curso) y actor de la disciplina teatral en varios géneros, además de los
conocimientos vivenciales, íntimos y personales (si, la labor de compartir el
verdadero “yo” y que los directores de teatro, al menos en México no realizan,
por temor a que eso los vuelve vulnerables frente a sus estudiantes o actores,
lo tomé con mucho gusto y sin la preocupación mencionada), además del material
de investigación y asesoría de Alfredo Vargas, desde Costa Rica, cuyo método
basado en Stanislavsky, Peter Brook y Eric Morris, me ayudó a plantear un curso
de autoexploración, desarrollo y creación escénica libre de realizarse por los
intérpretes, capacitándolos también en la comprensión de la dirección y
dramaturgia.
Ahora me
concentraré en hablar sobre el grupo de personas que concluyó el curso: 10
personas. Sus orígenes artísticos, laborales, familiares y sociales de todas
estos jóvenes de entre 17 y 38 años de edad, solteros y casados, no fue un
impedimento para alcanzar el objetivo de representar una puesta en escena como
parte de la muestra final del curso: Ejecutivos de empresas, estudiantes,
chefs, poetas, un director de escena, actrices, actores de cine y una ex
bailarina, algunos de ellos, inclusive, desempleados. En todos se presentaban
casos de irregularidades en su tarea como intérpretes, entre las que destacan:
·
Experiencia escénica sin preparación previa.
·
Experiencia escénica con preparación trunca
o incompleta.
·
Preparación como actor o actriz, pero sin
experiencia escénica.
·
Experiencia escénica con vicios de conducta
sobre el escenario.
·
Desarrollo de conductas inadecuadas en la
interpretación (dispersión, fácil distracción, sin concentración constante).
·
Desconocimiento de capacidades personales
como intérpretes.
·
No habían trabajado o desarrollado labor
como actores de manera libre o creativa, pues siempre estaban sujetos al
dominio de un director de escena castrante.
·
Falta de acondicionamiento físico o vocal.
·
Nulo autoconocimiento.
·
En algunos casos, falta de empatía ante las
diferencias sociales y laborales que como intérpretes no deben de existir.
La primera parte del curso me concentré en conocer más de
cerca a los participantes, realizando preguntas sencillas en grupo, tales como:
a) Yo soy…
b) Me
dedico a…
c) Lo que
quiero de este curso es…
Con la finalidad de que hablaran de sus experiencias previas
y metas dentro de la interpretación, todos coincidían en el objetivo del mayor
aprendizaje posible del curso, semana con semana, planeaba en una bitácora y
registraba las actividades, ejercicios, objetivos y finalidades del mismo que
debíamos realizar; les cuestionaba si habían realizado algún trabajo previo
similar, para apuntalar sobre dicho tema y proporcionarles más información al
respecto. Nuestras primeras actividades se centraron en el tipo de
calentamiento físico y estiramiento a realizar en cada sesión, en el
autoconocimiento del cuerpo, el contacto con éste y con otros cuerpos, en la
respiración, acondicionamiento físico, concentración, ritmo, espacio y tiempo.
Parte II
Las cuestiones
disciplinarias no eran un asunto grave (a excepción de que algunos no podían
permanecer en silencio o inmóviles por mucho tiempo), las indicaciones de
disciplina eran muy básicas y flexibles: asistencia, puntualidad, silencio, no
interrumpir ejercicios y tres puntos que desde el principio quedaron muy
claros:
·
No dar aviso previo de que no asistirá a la
clase; pues en lo personal, creo que una notificación de tal naturaleza
condiciona e inclusive persuade al director, de no tomar en cuenta el trabajo
de aquella persona que haga tal aviso.
·
No justificarse, disculparse o pedir perdón
en caso de cometer un error durante las sesiones. Los actores somos acciones,
no justificaciones ni exclamaciones derrotistas. En nuestro curso no
calificamos con números o etiquetamos el desempeño de los actores, todos
estamos expuestos a cometer una equivocación, el guía o instructor estará
siempre del lado del actor para ayudarlo, no para condenar sus acciones.
·
Mantener apagados sus teléfonos celulares u
cualquier equipo de comunicación para evitar interrupciones.
Luego, les pedí
olvidar los conocimientos adquiridos durante sus carreras como intérpretes, que
si tenían algún tipo de experiencia escénica se olvidaran de ella, pues
estábamos por reiniciar desde cero el aprendizaje; para lo cual, dimos inicio a
desechar todo aquello que no nos servía, como los vicios escénicos, muletillas,
expresiones corporales erróneas, etc. Los ejercicios de reinicio y de trabajo
físico comenzaron a dar resultados favorables en muy corto plazo, los actores y
actrices ponían en práctica en sus respectivas compañías o agrupaciones los
ejercicios y compartían el conocimiento adquirido en el curso, cada sesión
demostraban tener mayor disposición y
voluntad para realizar el trabajo propuesto. Rápidamente alcanzaron un nivel de
trabajo físico aceptable y evolutivo, ahora venía lo más interesante: dar
inicio al trabajo vivencial, interiorista y descubrir el “yo”; Pues un actor
que no se conoce desde dentro, ofrece una pobre o nula interpretación, se
vuelve tenso, incoloro y desarrolla solamente personajes fuera de la realidad,
vacíos y denigrantes para el arte escénico; eso era lo que yo como instructor no quería
para mi grupo de actores.
Al dar inicio al
trabajo de control de la respiración, relajación y concentración musicalizada,
descubrí que los actores se tensaban por razones ajenas al curso, que no podían
olvidar sus vidas cotidianas o dejarlas fiera del salón de clase, por lo que
insistí durante varias sesiones en la relajación y concentración en lo
siguiente: “lo más importante en este momento, es lo que hace aquí, lo que hace
ahora”. La respiración grupal en contacto con otros cuerpos mostró los primeros
resultados cuando dimos inicio al trabajo con objetos, los actores descubrían
texturas, colores y usos que jamás habían imaginado que existieran.
Realizamos un
ejercicio permanente durante la mayor parte del curso: cada día, en un papel
tapiz de 8 metros
de largo, deberían escribir dos palabras o dos acciones que marcaran su vida
diaria, para que expresaran el sentir de su vida cotidiana y descubrir
emociones nuevas, el papel tapiz sería utilizado como parte del piso del
escenario donde presentaríamos la muestra final, de tal manera que actuaríamos
sobre nuestras propias emociones. Ligado a esto, cumplimos la primera tarea de
expresión del interior: “Mi pastel de los deseos”, actividad en la que debían
llevar lo emocional a lo físico, convertir sus emociones en ingredientes para
cocinar un pastel que representara sus más grandes deseos.
Parte III
"Estudiantes del taller en un ensayo"
El encuentro de los actores con su interior desencadenó una serie de necesidades expresivas, uno a uno hablaba de su personalidad como algo único que no alcanzaban a entender, se respetaron sus vidas personales e íntimas, lo importante era aumentar sus capacidades expresivas y de entendimiento personal, la interconexión de personalidades entre los actores y actrices reforzaba los lazos de amistad que entre ellos surgía pero que, por cuestiones ajenas no se concretaban. A la par de este avance, les propuse analizar las causas e impedimentos para el SER que Eric Morris plantea en su método:
El encuentro de los actores con su interior desencadenó una serie de necesidades expresivas, uno a uno hablaba de su personalidad como algo único que no alcanzaban a entender, se respetaron sus vidas personales e íntimas, lo importante era aumentar sus capacidades expresivas y de entendimiento personal, la interconexión de personalidades entre los actores y actrices reforzaba los lazos de amistad que entre ellos surgía pero que, por cuestiones ajenas no se concretaban. A la par de este avance, les propuse analizar las causas e impedimentos para el SER que Eric Morris plantea en su método:
¿Qué
nos impide SER?
A) Las
consecuencias
B) El
miedo al ridículo
C) La
retracción
D) La
violación de nuestra "imagen".
E) El
tiempo y la posición
F) La
edad
G) El
miedo al fracaso
No se trató de
violar la personalidad, carácter, identidad e individualidad de los actores y
actrices, la tarea se les encomendó con el único fin de entender, que no
podemos vivir siendo quienes no somos, pues vivir en constante “actuación” o
limitante expresiva es cansado y causa tensión, que aquellos que nos distingue
de los demás es nuestro interior y talento, no nuestra imagen; a su vez les
pedí evitar cuestionar o señalar las diferencias o problemáticas del resto del
grupo. Preferí pedirles que hablaran de lo que admiran de otras personas, de sí
mismos, que se reconocieran con capacidades y limitantes que, con el trabajo
diario, todos juntos podríamos mejorar.
Luego de este
primer encuentro consigo mismo, dimos continuidad a los ejercicios de
calentamiento de cada sesión, aunado a los ejercicios de concentración y
respiración, se le pedía a los actores que, acompañados de una música de fondo
se concentraran y crearan imágenes basadas en colores y objetos muy
relacionadas a sus vidas personales; algunos imaginaban cocinas, salas,
estancias, tiendas, bosques, casas, escenarios, carreteras, todos con elementos
reconocibles, los colores los utilizaban en su imaginación para pintar los
escenarios a donde prácticamente se trasladaban y observaban detenidamente, les
pedía crear y escuchar los sonidos más memorables de sus vidas, música, voces,
sonidos del ambiente y entorno; para salir de la ejercitación, les pedía que
quitaran el color, los objetos uno a uno, con calma, tomándose su tiempo, sin
prisa, hasta que finalmente quedaran ellos mismos y se pintaran a ellos mismos
del color de su elección. Estos ejercicios los realizábamos con la finalidad de
que uno a uno creara una atmósfera favorable para todo aquello que pudiera
representar en escena, para que ejercitaran su imaginación, pus un actor que no
imagina, no puede crear y a su vez, no puede expresa, comprender ni sentir su entorno escénico.
En la siguiente
sesión realizamos actividades de contacto y manejo de objetos con peso
considerable, utilizábamos sillas, baldes con agua, vasos con agua,
realizábamos intercambios entre actores para cargar los objetos y trasladarlos
a alguna parte de nuestro salón de ensayo, a cada intercambio, el actor que
entregaba el objeto debía decirle al actor que lo entregaba: “esto es un balde
con… llévalo a otro lugar” por muy pesado o asqueroso que fuera el contenido
(desde un balde con leche o flores hasta
uno con excremento de vaca), el actor debía sentir las sensaciones que el
contacto le provocaba: asco, ansiedad, miedo, impotencia, incapacidad, náuseas,
satisfacción, empatía, felicidad, gustoetc; todas debían exteriorizarse al
grado de la exageración y convencimiento de que en verdad se trataba de un
contenido no deseado.
Luego vino la ronda
de “los tres círculos de la verdad” donde cada uno hablamos de cuestiones
físicas y emocionales, hablando de lo que no nos gustaba físicamente de
nosotros mismos, lo que nos desagrada de nuestra forma de ser y nuestro mayor
defecto. Fue una tarea difícil, pues el primer voluntario en hacer el ejercicio
tardó 5 minutos en decidir si él abría la ronda de declaraciones, todos
coincidieron en que era un gran alivio hablar de las cosas que comúnmente no
mencionan incluso a personas de muchísima confianza. Luego realizamos un
inventario personal, donde cada actor elegía a una persona a la cual le
respondía preguntas pre-formuladas sobre su situación de vida persona,
emocional y de expectativas de vida. Exactamente a la mitad del curso tomamos
una pausa de una semana, donde precisamente nació el objetivo de crear una
dramaturgia especialmente para cada actor, para lo cual, realizamos una
asignatura base para cumplir nuestro objetivo, el actor, debería de comenzar a
redactar un autoanálisis preguntándose:
- ¿entonces, quién
soy?
- ¿soy quien puedo
o soy quien debo?
- ¿qué me hace
sentir sensaciones positivas?
- ¿qué me hace
sentir sensaciones negativas?
Así mismo se les
pidió que redactaran una carta de despedida, dirigida a algo a quien quisieran
decir adiós, a un sentimiento, a una persona, etc.
Recibí las
asignaturas para su revisión, mi sorpresa fue que esas personas con quienes
estaba trabajando no eran las mismas que conocí cuando inició el curso, que
estaban evolucionando a ser personas antes de ser intérpretes. Para homologar
sus capacidades interpretativas con su personalidad, realizamos trabajos de
vinculación entre lo físico, lo emocional y lo expresivo, así dimos paso a
nuestras siguientes actividades: desplazamientos sobre el escenario y
representación de emociones y recuerdos con estatuas, convertimos todo nuestro
cuerpo en un generador completo desde el interior hasta lo más posible del
exterior. Como en cada una de las ejercitaciones tanto físicas como de trabajo
con lo emotivo, fui parte del grupo, realizando la gran mayoría de las
actividades.
Dimos inicio al
taller de representación específicamente para nuestra muestra final, se
acercaba la fecha en que debíamos dar muestra de lo aprendido durante dos meses
de trabajo arduo. Dimos inicio a la lectura de la dramaturgia de nuestro
ejercicio de exploración llamado “Fotograma” y del poema escénico que
representaríamos titulado “Lepídópteros y Árboles”, texto con el que estuve
trabajando durante un año, realizando lectura de comprensión, subtexto y
creación, cabe destacar que el constante contacto con el autor, fue un motor
muy importante para realizar un buen trabajo tanto de dramaturgia como
escénico. En cada sesión les pedía a los actores que crearan estatuas
vinculadas a las palabras originadas en el texto, para vincularlas con lo que
deberíamos mostrar en escena y sensibilizarlos sobre el contenido literario de
la obra. El trabajo de dirección y trazo escénico lo realizamos en tiempo récord:
una semana, 3 sesiones para la primera
parte de nuestra muestra final y 3 sesiones para el poema escénico. No tengo
mayor prueba de que nada es imposible.
Parte IV
El resultado:
El pasado 3 de
octubre en el Teatro Nazas de Torreón, México; presentamos nuestra clase
abierta al público, en la modalidad de teatro – arena, con capacidad para 120
espectadores, además de que estrenamos a nivel nacional el poema escénico “Lepidópteros
y Árboles”, en su versión dramatizada especialmente para teatro. Un trabajo
honesto de cada uno de los actores nos llevó a obtener una ovación cálida del
público, la satisfacción de ver el crecimiento interpretativo de este grupo de
actores y actrices.
Personalmente éste
es el curso que he impartido, e incluso de los que he recibido, ha sido el que
mejores resultados y satisfacciones individuales ha brindado, he visto como
cada una de las personas que concluyeron la instrucción y capacitación han
llevado el cambio positivo y propositivo a sus vidas artísticas, profesionales
y personales. Tengo una satisfacción muy grande por ser parte de sus vidas y de
su instrucción como intérpretes, a la par de una motivación para dar
continuidad a la capacitación de actores, tanto con este mismo grupo como con
integrantes nuevos, hemos recibido las primeras invitaciones para presentarnos
en dos festivales de teatro, uno de ellos en las festividades de noviembre en
la ciudad vecina y una más en un proyecto de festival de teatro experimental,
además de llevar el curso a otra ciudad cercana a la nuestra, con la finalidad de
formar una nueva agrupación en la ciudad en cuestión. Las críticas de
compañeros actores, directores y creadores que asistieron a la representación
fueron positivas. Ante todo esto, he tomado la decisión de formar mi propia agrupación
teatral, con la finalidad de continuar con la capacitación actoral en cursos,
talleres y realizar nuestras propias producciones escénicas. Tenemos un nombre
ya decidido, como actor y director me respalda una trayectoria, el apoyo,
confianza y motivación de personas a quienes no defraudaremos.
Parte uno de la primera muestra del laboratorio de experimentación teatral "Reteatro Instalación".
Laboratorio experimental de artes escénicas donde actores, actrices, clowns, malabaristas, cirqueros, musicos y artistas de otras disciplinas artísticas realizan un performance colectivo y multidisciplinario.
Laboratorio experimental de artes escénicas donde actores, actrices, clowns, malabaristas, cirqueros, musicos y artistas de otras disciplinas artísticas realizan un performance colectivo y multidisciplinario.
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