Análisis Técnica Actoral “No Acting please” de Eric Morris
Hace ocho años que inicié con la
lectura y práctica de la técnica del actor Eric Morris, al principio fue de
manera tímida, pero poco a poco me daba cuenta de que la búsqueda del maestro
Morris era también mi búsqueda. Les quiero compartir mi proceso.
Yo soy un actor formado en mis
inicios en el método de Stanislavski, aunque ya había llevado cursos de
actuación y teatro en la secundaria, mis primeros estudios serios fueron al
ingresar al Taller Nacional de Teatro, que es un conservatorio de artes, en
donde la actuación se aprende con el método del maestro ruso por un periodo de
dos años, de manera rigorosa y puntual durante cada día de ese periodo de tiempo.
Me enamoré del método, lo
estudiaba sistemáticamente, entrenaba constantemente y aunque estaba seguro que
el método funcionaba, me sentía estancado ¿Qué me sucedía? Trabajaba duro,
practicaba la técnica con disciplina, pero sentía que faltaba algo, lo empecé a
notar en mí, luego en mis compañeros de escena y también cada vez que iba al
teatro a ver una función salía vacío.
De repente una vez me encontraba
mirando esta película “As Good as It Gets” protagonizada
por Jack Nicholson, Helen Hunt y Greg Kinnear, y mirar la manera en
que estos actores interpretaban a sus personajes, la naturalidad, la vida que
proyectaban me tocó tanto que decidí volcarme por completo a buscar el ¿Por
qué? de esto, cómo lo lograban. Descubrí que la técnica se había convertido en
un obstáculo, intenté suavizarla de tal manera que no fuera siempre el primer
plano en mis actuaciones, pero esta no era la solución.
Seguía trabajando en el método,
tratando de entender, investigué más profundamente con el “Sí mágico” y la
“Verdad en la escena” al trabajar sinceramente en creer en la verdad de la
acción y las circunstancias dadas, automáticamente noté que llegaban imágenes
poderosas que me daban una nueva energía en la escena, pero a la hora de
proyectarlas era poco lo que lograba. Al menos ya sabía que se había operado un
cambio hacia adentro, ahora todo era cuestión de sacarlo.
Decidí crear un blog en la Internet , para compartir
mis experiencias y encontrar gente que estuviera en la misma búsqueda, y esto
fue el principio de una bella y constructiva experiencia como ser humano y
artista.
Buscando material para mi blog,
logré encontrar un sitio donde exponían la técnica “No Acting please” en ese
sitio se podía leer algunos pasajes de la técnica de Morris, inmediatamente
sentí que esa era mi búsqueda, leí todo lo que había y busqué más. El problema
era que ningún otro actor o actriz conocida andaban en esa búsqueda,
simplemente estaban conformes con su manera de trabajar. Entonces, inicie mi
trabajo en solitario y de manera autodidacta porque nadie en absoluto
practicaba la técnica de Morris en el país, o al menos nadie que yo conociera.
Inicie practicando los ejercicios
propuestos de 10 a
15 minutos al día, cuando estaba en el baño, cuando iba en el autobús, cuando
esperaba en alguna fila del banco, etc. Practicaba los ejercicios para “Ser”:
inventario personal, el ser personal, yo soy; yo quiero; yo necesito, ¿Qué
quiero? Al practicar los ejercicios, empecé a percibir bloqueos en mi ser, en
mi energía, en mi concentración, me di cuenta que no veía el mundo, siempre
estaba ensimismado en mis pensamientos, y lo paradójico es que por estar
pensando en como mejorar como artista, ese mismo patrón de pensamiento me
impedía mejorar, porque siempre estaba en cualquier lugar menos en el aquí y
ahora. Y lo que es cierto en la vida, es más cierto en escena. Si vivía
atrapado en mis pensamientos, tratando de controlar todo desde mi mente en la
vida, esto se repetía en la escena, donde me sentía confiado solo en mi técnica
y aunque había logrado (gracias a los ejercicios del Sí mágico) crear imágenes
fuertes que me hacían sentir bien y lleno de verdad en escena, esto no era
transmitido porque se cortaba al momento de intelectualizarlo todo.
Genial ya había descubierto cuan
lleno de tensión, miedos, máscaras y prejuicios estaba, decidí alargar el
tiempo de práctica de mis ejercicios de la técnica de Morris, y me atreví a
llevarlo a mis ensayos, tuve la suerte de que en esa época estaba haciendo
mucho trabajo audiovisual y ahí cuando no estaba en el set, dedicaba mi tiempo
libre entre escena y escena para practicar los ejercicios y así poco a poco,
empecé a lograr entrar en ese estado de “ser” e incorporarlo a las filmaciones.
A partir de ahí mi cambio fue
asombroso, me sentía tan bien, tan vivo en escena, independientemente del
resultado, de lo que dijera el espectador o mis compañeros o el director (ni
siquiera me importaba), yo me sentía bien, disfrutaba, vivía, amaba, odiaba,
sufría en escena, ya no reprimía nada, todo lo permitía. No pasó mucho tiempo y
mis compañeros y la gente alrededor empezaron a notar ese cambio positivo en mi
manera de interpretar, pero no se quedó ahí, porque también me cambió en la
vida. Y es que arte y vida no se pueden separar son uno solo.
Actualmente he impartido dos
talleres de actuación utilizando algunos conceptos y ejercicios de la técnica
“No acting please” y puedo decir que funciona y muy bien, tanto en actores con
experiencia, donde son más palpables los beneficios que se producen, y los
actores y actrices que recién inician lo asimilan y entienden casi de manera
instintiva, tal vez porque aún no han sido tocados por el fantasma de la
técnica teatral, y las malas costumbres que se generan de su mala aplicación
como protagonista de la formación de un interprete.
Ahora después de 20 años de ser
actor y 10 de haber iniciado esa búsqueda de ser y estar en escena, me atrevo a
decir, que se debe cambiar el enfoque que se le da a la técnica de actuación,
como el mismo Morris dice “Cualquier
idiota puede aprender la técnica de actuación en 6 meses, es fácil” La
formación debe iniciar en la sensibilidad del actor y la actriz, el conocerse
así mismo, un ser que se permita ser vulnerable, que se permita ser mal
educado, que se permita vivir en escena. Paralelo a esto enseñarles la técnica
teatral, pero hacerles comprender que es importante en la manera que te permita
ser libre y te afine el instrumento.
No debemos olvidar que el
interprete es a la vez instrumento, artesano y artesanía, y está es la
diferencia de nuestro arte con respecto a cualquier otro arte, lo que lo hace
único.
Para finalizar, recomiendo
ampliamente la técnica de “No acting”, que te permite experimentar el momento a
momento sin importar las consecuencias, te coloca en el estado de “ser” y este
es el único estado a partir del cual se puede crear una realidad orgánica.
“Ser para poder estar, Estar para
poder permitir, Permitir todo para que la magia exista”