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jueves, 19 de noviembre de 2009

Sexta parte Entrenamiento actoral



La semana pasada conversando con una querida amiga sobre actuación nos preguntamos cuál sería la técnica ideal a seguir para alguien que estuviera interesado en aprender, estudiar o perfeccionar el arte de la interpretación. Discutimos sobre varios sistemas qué pensamos son los ideales, sin embargo me parece a mi qué en realidad todo se trata de SER. Un gran artista decía que La Inspiración y El Arte están En el Subconsciente. Pienso qué en esta afirmación es donde reside el punto principal del arte de la interpretación, se trata de analizar las características principales de un personaje, buscar situaciones análogas de nuestra vida ya sea física o mental, situarnos en las condiciones dadas, usar el Sí mágico y lanzarse a jugar y divertirse, dejarse llevar por el desequilibrio que produce el conflicto. Pero para lograr esto lo primero que debemos lograr en la escena es ubicarnos en el estado de SER. Y es lógico si nos ponemos a pensar qué las acciones más importantes de nuestra vida las maneja el subconsciente, cómo= Respirar, la frecuencia cardiaca, el sueño, el crecimiento etc. En la vida cotidiana somos excelentes actores, el problema inicia cuándo nos subimos al escenario, llegamos a la locación, set, etc. En ese momento dejamos de ser y le entregamos el control de todos nuestros impulsos al consciente o lo que es lo mismo a nuestra mente racional, tarea extremadamente complicada para un organo limitado, qué idealmente debería trabajar resolviendo problemas pequeños. Tratamos de controlar y predeterminar las acciones, sentimientos, impulsos propios y los de nuestros compañeros de escena y si algo se sale de esta vida predeterminada y por lo tanto falsa se nos cae la inspiración; si se le puede llamar así a eso. Para crear vida debe existir algo de vida. Entonces en realidad el problema de actuar es actuar. Aquí es dónde cobra importancia la técnica, si se utiliza como un elemento o una herramienta que nos permita entrar en ese estado de SER. La técnica es tan necesaria para un actor que inicia cómo los rodines qué utiliza un niño cuando aprende a manejar bicicleta, una vez qué aprende ya no los necesita más. La o las técnicas necesarias para un actor o actriz son aquellas que ponen su instrumento a punto y le permiten llegar a SER en escena, también son valiosas cuando por alguna razón dejas de SER en escena y te permiten volver a mantener tu atención en el juego escénico. Las técnicas son un calentamiento, después todo se trata de jugar pero jugar siendo, estando, sintiendo, recibiendo y dando. Así que cualquier técnica o metodo es bueno si es un medio para llegar a..., lo que nunca debe ser es un fin, desgraciadamente eso es lo qué vemos en muchos escenarios y pantallas de nuestro medio.

Bueno mucha hablada, aquí les dejo la parte 6 de Entrenamiento Actoral; por Eric Morris. Coincidentemente en esta entrega Morris habla del estado del SER, así qué él lo explica de una manera apasionante y convincente, por qué cómo dice el dicho= Al que no quiere caldo, 2 tazas.

Para ver la parte seis puedes pinchar el el siguiente enlace http://www.teatro.meti2.com.ar/ o puedes leerla aquí directamente.

DIFERENTES MOMENTOS DE SER
COMO TE MUEVES EN EL MUNDO ES COMO TE MUEVES EN ESCENA

Cuando se ha alcanzado un estado de SER,
lo que significa SER donde uno está en ese momento, aquí y ahora, incorporando todo lo que pasa, entonces, uno está listo para actuar.

La palabra "actuar"
significa ir, desde el estado de SER personal, al estado de SER que requiere el papel.

Por ejemplo, el presente estado de SER es:
"Me siento flojo, deprimido, pesado, mirando por la ventana, un poco cansado", pero la obligación emocional del papel requiere un estado de excitación y alegría, de euforia.

El personaje en la obra acaba de lograr algo y se encuentra muy entusiasmado por eso.
Entonces, uno debe encontrar el camino para ir desde el estado de SER personal, donde uno se encuentra, a ese estado de SER.
A veces, las necesidades del papel son totalmente opuestas a lo que sentimos, lo que significa un esfuerzo terrible.
Muchos actores fracasan porque tratan de saltar de aquí a allí con un solo paso.
Uno debe realizar muchos pasos intermedios para ir de la depresión a la alegría.

Usando los estímulos disponibles
o trabajando con objetos imaginarios, uno trata de encontrar la forma de estar menos deprimido y algo más alegre.
Uno puede mirar cosas en la habitación que lo hagan sentir mejor.
Puede crear cierta persona en la habitación que lo haga sentir feliz.
Una vez que se ha logrado un cierto grado de alegría, uno está listo para transformar este estado intermedio, aunque sea con otros objetos, y trabajar buscando un mayor nivel de alegría.

Progresivamente,
uno va permitiendo que un estado dé lugar a otro.
A veces, el estado de SER desde el cual se parte es tan poderoso que es muy difícil transformarlo.
En esos momentos, uno se da cuenta qué importante es conocer íntegramente su instrumento, tener un gran repertorio de recursos y la habilidad para utilizarlos, y así llegar adonde se desea.
Esta capacidad se logra con un gran esfuerzo y una práctica diaria.
Cuando uno realmente está SIENDO, un estado conduce al siguiente y lo condiciona, como muchos colores que corren juntos y se mezclan, hasta que el estado de SER siguiente se transforma en el color dominante.

Hemos visto
que muchos actores que están riéndose en un momento y, abruptamente, se detienen y vemos la tristeza.
Eso se llama técnica impuesta, un síntoma de "antirrealidad".
En la vida, un momento conduce a otro y ambos se mezclan.
En la escena, esto no sucede si no se está SIENDO.
Uno debe comenzar con la totalidad de su SER, porque no se puede crear vida en escena o cumplir con las necesidades escénicas, si primero no se tiene una vida que continúa.
Uno no puede crear vida desde la ausencia de vida.

Hay un proceso natural
de respuesta antes los hechos.

Este proceso es:
estímulo-
efecto-
respuesta-
expresión.

Primero uno ve, oye, toca, huele o siente algo.
Eso es el estímulo.
Eso produce un efecto en uno.
El instrumento responde a ese efecto.
Entonces se expresa esa respuesta.
El proceso completo se cumple en fracciones de segundo, una y otra vez, ininterrumpidamente.
Si uno está trabajando desde el SER, este proceso natural sigue sin interferencias.

SER produce
estímulo -
efecto -
respuesta -
expresión, -

estímulo-
efecto -
respuesta -
expresión - ,

estímulo-
efecto -
respuesta-
expresión.

El actor que premedita su comportamiento produce un cortocircuito.
Está tan atento en ejecutar su plan que los estímulos no le llegan.
O si le llegan, está tan comprometido con sus conceptos intelectuales, que no lo afectan.
Si está preocupado por simular un efecto,

¿qué podrá afectarlo realmente?

O puede suceder que esté afectado por algo que sucede en escena por ejemplo, su compañera se pintó las mejillas por primera vez esta noche).
En ese caso, tampoco se permite responder, pues trata de imponer el comportamiento preconcebido.
Interrumpe el proceso natural de vida, porque no incorpora su respuesta ante las mejillas maquilladas.
Si sus respuestas son premeditadas, no puede responder con lo que realmente siente.
En lugar de continuar con una respuesta orgánica, la expresión se empobrece.
De esta manera, una mentira origina una reacción en cadena, hasta que la falta de verdad es absoluta.

Cuando el actor interrumpe el proceso natural
asumiendo determinadas conductas, imponiéndose actitudes, "actuando", crea lo que llamamos "quiebres" en el instrumento.

Existen todo tipo de quiebres -
vocales,
emocionales,
físicos,
intelectuales
varios combinados.

El SER elimina la posibilidad de quiebres,
y si se producen, el mismo SER los corrige.
Aún cuando el actor logre el estado de SER y funciones orgánicamente, pueden existir limitaciones en el área interior o expresiva en las cuales debe trabajar para lograr un SER más completo y colorido.

Por ejemplo,
los actores que son tímidos y calmos, son, a menudo, extremadamente imaginativos y afectivos, pero incapaces de expresarlo.

Del otro lado de la moneda,
están los llamados extrovertidos, los exhibicionistas que parecen llenos de expresividad, pero que pueden no ser imaginativos o sensibles.

Este tipo de actores necesitan reforzar el área interior, hacer ejercicios que se relacionan con su vulnerabilidad.

Cualesquiera sean los problemas del actor
(y todos los tenemos en las etapas del desarrollo), SER es el grado cero.
Implícitos en SER están todos los impulsos, los problemas y los colores infinitos del arco iris emocional.
Negar uno solo de los elementos del SER, disminuye su total contribución al artista.
Los ejercicios siguientes están relacionados directamente con SER. Aunque algunos tienen más de un objetivo, es conveniente comenzar con ellos, ya que todos están destinados especialmente a ayudarte a SER.

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