La voz teoría y práctica
A partir de este mes y los subsiguientes nos vamos a dedicar a mejorar nuestra voz y al mejorarla, directamente vamos a incrementar la expresividad total de nuestro cuerpo. Conjuntamente durante estos dos meses incursionaremos en la teoría y la práctica, aprenderemos de los elementos básicos necesarios a dominar para mejorar nuestra expresión vocal y simultáneamente con cada nuevo elemento estudiado, realizaremos un par de ejercicios para perfeccionarlo y fijarlo en nuestra memoria corporal.
“La mayoría de la gente habla mal, abusa de su órgano vocal y fatiga su voz porque no ha aprendido a servirse de ella” George Canuyt; La voz hablada.
Relajación:
El trabajo vocal, así como el trabajo corporal del actor, demandan esfuerzos específicos que requieren de su concentración y control. Para llevar a cabo esto, es indispensable partir de un estado de relajación, que elimine las tensiones provocadas por las actividades cotidianas.
Dependiendo de cada persona, de su temperamento; complexión; edad; estado anímico; etcétera, habremos de encontrar patrones distintos de tensión: dientes apretados; hombros elevados; glúteos apretados; ceño fruncido; abdomen contraído; tartamudeo o ausencia de la voz; dedos de los pies arqueados; respiración alterada; etcétera; etcétera; etcétera, de aquí la dificultad de sugerir una rutina única de relajación, que sea eficiente para cualquiera.
Partiendo de este hecho, el actor que se entrena en relajación, debe de aprender, paralelamente, a detectar sus tensiones personales, a reconocer sus manifestaciones (en ocasiones imperceptibles exteriormente) para poder eliminarlas; tarea esta, que en un principio es bastante difícil, pero cuya habilidad se desarrolla con la práctica.
La relajación consiste pues en dejar atrás un estado de esfuerzo (físico o psíquico) y pasar a uno de laxitud que reestablece nuestro equilibrio, posibilitando una actitud de concentración mental y física. Mientras que la tensión nos encadena y nos atrapa en nuestro propio cuerpo, la relajación nos brinda la libertad para gobernarlo conscientemente.
Ejercicios: 1) 5 minutos. Tiéndase boca arriba cómodamente y escuche grabaciones de música, respire y expire profundamente, construya simultáneamente una imagen en donde su cuerpo se integra a lo qué está escuchando.
2) 5 minutos. Recostado boca arriba y acompañado de música suave, ejecute movimientos libres en cámara lenta, siempre respirando profundamente y cómodamente, bostece ampliamente, haga ruiditos suaves y vuelva lentamente a qué su espalda se apoye totalmente sobre el suelo.
A partir de este mes y los subsiguientes nos vamos a dedicar a mejorar nuestra voz y al mejorarla, directamente vamos a incrementar la expresividad total de nuestro cuerpo. Conjuntamente durante estos dos meses incursionaremos en la teoría y la práctica, aprenderemos de los elementos básicos necesarios a dominar para mejorar nuestra expresión vocal y simultáneamente con cada nuevo elemento estudiado, realizaremos un par de ejercicios para perfeccionarlo y fijarlo en nuestra memoria corporal.
“La mayoría de la gente habla mal, abusa de su órgano vocal y fatiga su voz porque no ha aprendido a servirse de ella” George Canuyt; La voz hablada.
Relajación:
El trabajo vocal, así como el trabajo corporal del actor, demandan esfuerzos específicos que requieren de su concentración y control. Para llevar a cabo esto, es indispensable partir de un estado de relajación, que elimine las tensiones provocadas por las actividades cotidianas.
Dependiendo de cada persona, de su temperamento; complexión; edad; estado anímico; etcétera, habremos de encontrar patrones distintos de tensión: dientes apretados; hombros elevados; glúteos apretados; ceño fruncido; abdomen contraído; tartamudeo o ausencia de la voz; dedos de los pies arqueados; respiración alterada; etcétera; etcétera; etcétera, de aquí la dificultad de sugerir una rutina única de relajación, que sea eficiente para cualquiera.
Partiendo de este hecho, el actor que se entrena en relajación, debe de aprender, paralelamente, a detectar sus tensiones personales, a reconocer sus manifestaciones (en ocasiones imperceptibles exteriormente) para poder eliminarlas; tarea esta, que en un principio es bastante difícil, pero cuya habilidad se desarrolla con la práctica.
La relajación consiste pues en dejar atrás un estado de esfuerzo (físico o psíquico) y pasar a uno de laxitud que reestablece nuestro equilibrio, posibilitando una actitud de concentración mental y física. Mientras que la tensión nos encadena y nos atrapa en nuestro propio cuerpo, la relajación nos brinda la libertad para gobernarlo conscientemente.
Ejercicios: 1) 5 minutos. Tiéndase boca arriba cómodamente y escuche grabaciones de música, respire y expire profundamente, construya simultáneamente una imagen en donde su cuerpo se integra a lo qué está escuchando.
2) 5 minutos. Recostado boca arriba y acompañado de música suave, ejecute movimientos libres en cámara lenta, siempre respirando profundamente y cómodamente, bostece ampliamente, haga ruiditos suaves y vuelva lentamente a qué su espalda se apoye totalmente sobre el suelo.
Recuerde siempre utilizar ropa cómoda (Ropa de ensayo) ubicarse en un lugar ventilado y tranquilo, ir a su propio ritmo; pero siempre dando el máximo, cada vez que realice cualquier rutina de ejercicios. Al contrario de los meses anteriores, a partir de ahora y hasta qué se indique lo contrario, voy a empezar con estos ejercicios y luego voy a finalizar con la rutina de entrenamiento con la que iniciábamos los meses anteriores. Siempre trabajar de menos a más.
Respiración:
Respirar es un acto involuntario y automático, en el que usualmente no se reflexiona y no se tiene la conciencia de educar, sin embargo para algunas actividades como cantar; actuar; la práctica deportiva; entre otras, saber respirar a voluntad es básico.
“Si hay aire hay vida” El entrenamiento de la respiración consiste en tomar conciencia de los músculos que intervienen en este proceso y los beneficios de su trabajo y desarrollo. Consiste también, en conocer los diferentes tipos de respiración, así como de ampliar nuestra capacidad de ventilación con la ejercitación constante.
Es básico al inicio respetar la forma de respirar de cada persona y el punto de apoyo de su inhalación (Pectoral, intercostal, abdominal) ya que el tratar de modificarlo súbitamente, cuando este punto de apoyo no es correcto, solo acarreará bloqueos y dificultades en el actor, hay que darle su tiempo al entrenamiento y al proceso de reeducación que este entraña y que solo surge de la concientización personal.
Ejercicios: Solamente haga un ejercicio de respiración por sesión, hacer dos distintos puede ser contraproducente
Ejercicio 1 (Tres veces por inciso)
a) Inspire por la nariz en forma lenta, profunda y regular; retenga el aire dos segundos; espire por la nariz en la misma forma.
b) Inspire por la nariz en forma lenta, dilatando las alas; retenga el aire dos segundos; espire por la nariz en forma lenta, regular, completa.
c) Inspire en la misma forma qué en el inciso anterior, retenga el aire dos segundos; espire por la nariz en forma rápida y continua.
d) Inspire en la misma forma que en el inciso b; retenga el aire dos segundos, espire por la nariz en forma lenta y regular.
e) Inspire por la nariz algo rápido, retenga el aire dos segundos; espire por la nariz en forma lenta y regular.
f) Inspire por la nariz algo rápido dilatando las alas de la nariz; retenga el aire por dos segundos; espire por la nariz en forma lenta y regular.
g) Inspire como en el inciso anterior, retenga el aire dos segundos; espire por la nariz en forma rápida.
h) Después de haber espirado normalmente y sin volver a inspirar, saqué el aire de reserva en dos o tres golpes rápidos; inspire por la nariz en forma regular y completa.
Ejercicio 2 (Tres veces por inciso) En la realización de todo el ejercicio, la boca debe permanecer entreabierta durante la espiración.
a) Inspire por la nariz, en forma lenta, total, regular; retenga el aire dos segundos, espire por la boca en la misma forma.
b) Inspire por la nariz, en forma lenta, abriendo las alas de la nariz; retenga el aire dos segundos; espire por la boca en forma lenta, completa y regular.
c) Inspire como en el inciso anterior, retenga el aire dos segundos; espire por la boca en forma rápida y continua.
d) Inspire como en el inciso b; retenga el aire dos segundos; espire por la boca en 4 golpes, tratando de consumir todo el aire de reserva.
e) Inspire por la nariz algo rápido; retenga el aire dos segundos; espire por la boca en forma lenta, regular y completa.
f) Inspire por la nariz rápidamente. Abriendo las alas de la nariz; retenga el aire dos segundos; espire por la boca rápidamente en 4 golpes de aire.
g) Después de una espiración normal, saque el aire por la boca en dos o tres golpes, tratando de expulsar la mayor cantidad; inspire por la nariz en forma regular y completa, sin ansiedad.
Preparación del aparato fonador:
Después de llevar a cabo los ejercicios de relajación y respiración necesarios para iniciar cualquier sesión de entrenamiento vocal, es también; indispensable preparar el aparato fonador. Esta preparación tiene entre otras, la finalidad de iniciar en el trabajo a los órganos y músculos que intervienen en la emisión de la voz, en forma suave, no intensa, con el objeto de eliminar la posibilidad de lesionarse.
En este sentido, la preparación del aparato fonador consiste en llevar a cabo los ejercicios de menor grado de dificultad de aquellos aspectos vocales que revisten, paradójicamente el mayor esfuerzo, teniendo siempre como base, y esto lo reiteramos, la relajación y respiración correctas.
Ejercicios: Ejercicio 1 (3 minutos) En una posición cómoda: a) Bostece ampliamente b) Trague saliva c) Reproduzca el murmullo del oleaje d) Reproduzca el ruido de las olas con cada vocal e) Reproduzca el sonido del viento. Todo lo anterior se debe realizar musitando.
Ejercicio 2 (3 minutos) Exagerando la pronunciación y musitando; diga frases cortas y trabalenguas. Ejemplo: “Don Tristras tenía tristezas, pero las perdía en un tris tras. Por eso las tristezas de don Tristras no eran tristes por su tristeza, sino que sus tristezas eran tristes por un tristras de don Tristras”
Impulso espiratorio (Columna de aire)
El impulso espiratorio corresponde a la tercera fase de la respiración fisiológica (Inspiración, pausa, espiración) de donde se desprende la importancia que tiene, pues solo es en la espiración donde se produce la fonación. El impulso espiratorio debe de ser estable; regular; silencioso y con fuerza, para lograr esto, el actor ha de entrenarse hasta el punto tal que pueda gobernarlo y con ello, suministrar el aire indispensable con la fuerza necesaria en el momento justo. La columna de aire pues, está hermanada de manera definitiva con el apoyo; la resonancia y la proyección de la voz. En concordancia con Stanislavski, el actor ha de reaprender todo en la vida: a caminar; a ver; a sentarse; etcétera, pero de manera definitiva a respirar y suministrar su aire.
Utilizando la imagen de una columna de aire endeble, corresponderá una voz débil y llena de fisuras, mientras que a una columna de aire bien formada y sólida, corresponderá una voz bien impostada y expresiva.
Ejercicios: Ejercicio 1 (2 minutos por inciso) De pie, en una posición cómoda, oprima sus costillas con los antebrazos, inspire con profundidad, sostenga dos segundos el aire y espire suavemente mientras en volumen bajo:
a) Dice las vocales lentamente
b) Lee algún texto o poema corto
c) Repite un mismo trabalenguas
Ejercicio 2: Repita el ejercicio anterior, solo que ahora debe oprimir con las palmas de sus manos la región abdominal y pélvica (Ver ilustración abajo) Al momento de emitir la voz debe mantener la sensación de que sus manos son empujadas por el abdomen y la pelvis.
Resonancia:
El aire modificado y transformado en sonido por las cuerdas vocales, es amplificado y embellecido por las cavidades de resonancia antes de ser lanzado al exterior. Faringe; cavidad bucal; fosas nasales; y cavidad naso faríngea, constituyen los resonadores fisiológicos o cámaras de resonancia, que refuerzan el sonido por la excitación que estas producen al impactarse en ellas la onda sonora faríngea y añadir al sonido básico, sus frecuencias propias. También, hay que tomar en cuenta las sensaciones vibratorias y o propioceptivas que, dependiendo de la persona y de su entrenamiento, pueden ubicarse en la cabeza; el pecho; el estómago; la espalda; etcétera, por la sensación que en estas zonas produce la emisión de su voz, dando la impresión de resonar.
Si los resonadores son asunto de conformación anatómica ¿Qué sentido tiene su entrenamiento? En primer lugar ubicarlos, aprender a percibirlos y manejarlos deliberadamente; en segundo lugar, partiendo del hecho de que a excepción de los nasales en todos los demás intervienen partes móviles, se puede aprender a manejarlos, mejorando su uso, sustentados en el correcto entrenamiento de la relajación, del apoyo, del impulso espiratorio y desde luego de los aspectos fonéticos sobre el punto y modo de articular vocales y consonantes.
Al hacer los ejercicios, por la naturaleza del entrenamiento, esté atento, más que al sonido, a la sensación producida en los resonadores. Intente grabarse para distinguir los cambios en la resonancia. Dependiendo del avance del entrenamiento, varíe la posición corporal, desplazándose, corriendo, saltando, etcétera.
Ejercicios: Ejercicio 1 (3 minutos) Emita nasalizando, frases cortas; trabalenguas o fonemas. El efecto permite concienciar el trabajo del resonador nasofaríngeo.
Ejercicio 2 (3 minutos) Cante con la boca cerrada: al hacerlo forme con el paladar y la lengua una cámara amplia, manteniendo los dientes separados y los labios juntos.
Apoyo:
La correcta emisión de la voz demanda del actor salud física, pero también, fortaleza física; especialmente de los músculos que constituyen la pared abdominal y sus conexiones con los músculos pélvicos. Apoyar la voz significa impulsar el aire sin obstrucción, con fuerza y continuidad, mediante el trabajo ejercido por los músculos abdominales y pélvicos sobre el diafragma y por lo tanto, sobre el impulso espiratorio; con ello se logra que la fonación fluya sin jadeos ni desmayos, suministrando de manera controlada el aire espirado y posibilitando también, que este impacte con la fuerza necesaria las cavidades de resonancia. El correcto apoyo de la voz facilita la fonación, sin importar que el actor trabaje desde posturas o movimientos cotidianos, hasta acrobáticos. El apoyo así entendido, proporciona flexibilidad y movilidad al diafragma, contribuye al adecuado manejo de la respiración en el trabajo escénico e influye de manera determinante en la proyección de la voz.
Recomendación: Para todos los ejercicios de apoyo, emita la voz en su tono natural.
Ejercicios: Ejercicio 1 (5 veces) Espire suavemente, inspire con profundidad, sostenga dos segundos sin sacar el aire y emita la consonante S prolongando su sonido de manera suave y regular.
Ejercicio 2 (5 veces) Respire cómo en el ejercicio anterior. Pronuncie la S alargando el sonido, comience con intensidad y disminuya paulatinamente.
Proyección:
Es indispensable que el actor tenga presente el concepto de ” proyección de la voz “ y se entrene en el manejo adecuado de la misma. Proyectar significa arrojar o lanzar a distancia. Proyectar la voz significa que el sonido; lo que se dice, llegue en forma natural a todos los espectadores, implicando el empleo de sus cavidades de resonancia; el impulso espiratorio y la eliminación de tensiones innecesarias. Proyectar la voz es llenar con está un ambito dado en cualquier posición corporal. Es importante no confundir proyección de la voz con volumen de la voz, pues una voz bien proyectada puede ser emitida a bajo volumen y sin embargo, escucharse claramente.
Ejercicios: Ejercicio 1 (2 veces cada serie) Emita musitando cada una de las vocales, alargando el sonido.
Ejercicio 2 (5 minutos) Exagerando la pronunciación y musitando, diga frases cortas y/ o trabalenguas.
Volumen:
El sonido es una sucesión de ondas longitudinales producidas por la vibración de un cuerpo y transmitidas a través de un medio elástico como lo es el aire y que percibimos cuando hace contacto con el tímpano. El sonido es pues un estímulo físico qué actúa sobre el tímpano. Constituye en última instancia una sensación.
Tres son las características, además de su duración que definen el sonido, entendido como sucesión de ondas longitudinales: La intensidad; el tono y el timbre. La intensidad corresponde a la amplitud de onda y es lo que comúnmente conocemos como volumen. Para medir la intensidad de una vibración se establece una escala de decibeles, además de la frecuencia podemos entender que el volumen es un término convencional que se relativiza de una circunstancia a otra, de un papel a otro y para fines de entrenamiento de un actor a otro. Así el volumen debe adecuarse a las características del personaje en cuestión, a las circunstancias y al objetivo general de la obra que se trate, en el lugar específico donde se lleve a cabo. Para tal efecto, el actor debe conocer, entrenar y manejar su voz para poder emitirla en los distintos volúmenes que se requieran.
Al realizar los ejercicios correspondientes al volumen es muy importante mantener la relajación del aparato fonador, especialmente en el volumen alto. Atención pues a la máscara facial, cuello y hombros. Realice todos los ejercicios en su tono medio o normal, cuide que no se “quiebre” en volumen alto, pues ello es indicación de un trabajo incorrecto que puede llegar a lesionarle. Durante la realización de estos ejercicios, debe cuidar el punto y modo de articulación de cada una de las letras que emite, evitando que la voz se “baje” a la garganta.
Ejercicios: 1) (4 minutos) Pronunciando vocales; números; fonemas o frases cortas, ubique 3 puntos en una escala convencional y personal de volumen; llámeles bajo; medio y alto. Escuche las posibilidades de extensión de su volumen.
Ejercicio 2 (Dos veces) a) Diga cada una de las vocales alargando su sonido. Utilice un volumen de bajo a medio y a la inversa.
b) Diga cada una de las vocales alargando su sonido. Utilice un volumen de medio a alto y a la inversa.
c) Emita 5 veces cada vocal. Emplee un volumen de bajo a alto y a la inversa.
d) “Clave” las vocales. Diga la serie de vocales en volumen alto contrayendo el abdomen al emitir cada una.
Bueno, para estos dos meses es bastante trabajo el que tendremos al trabajar estos ejercicios para conocer y mejorar nuestro aparato vocal. En el próximo post seguiré un poco más con el tema de la voz y luego en la última entrega de este entrenamiento básico, trataremos de unir todos los conceptos y realizar prácticas enfocadas en la construcción de un personaje.
Nos leemos en la próxima.
Nos leemos en la próxima.
Fuentes:
Revista Máscara
La Construcción del Personaje, Konstantin Stanislavski
Voz y manejo tonal, Sotoconil
Entrenamiento vocal, Barba
El aparato vocal y su funcionamiento, Cornut
La sustentación de la voz, McClosky
La voz y el actor, Berry
La voz, Grotowski