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viernes, 22 de febrero de 2013

El contacto físico en la escena


















Fotografía Hugo Dena



Tacto, confianza y autoconocimiento.

El contacto físico en escena es para los actores y actrices una barrera difícil de cruzar, sobre todo cuando se trata de contacto íntimo que involucra emociones fuertes, erotismo y o pasión. Ni que decir que para los directores y o realizadores representa muchas veces una frustración al no poder lograr la nota deseada en esa escena climática de su producción.

Hay diferentes motivos por los cuales los intérpretes ponen una barrera a la hora de tener contacto físico, desde mi punto de vista y experiencia me parece que estas son las principales (Voy a exponerlas y luego trataré de analizar cada una independientemente para intentar aclarar mi punto de vista):

1)      Los actores y actrices con mucha experiencia y entrenamiento corporal desarrollan una noción de área vital básica, un espacio íntimo donde la energía fluye y solo puede ser traspasada por el campo vital básico de otro actor cuando las circunstancias dadas de la puesta en escena lo justifican totalmente. Este campo vital básico es real; existe, es energía en movimiento. Sin embargo en ocasiones es confundido con el ego.
2)      Los actores y actrices con poca experiencia, pero con entrenamiento, les cuesta el contacto físico principalmente por falta de confianza en si mismos y en la otra persona y por estar pensando en la acción y no viviendo momento a momento las circunstancias dadas.
3)      Los no actores o “actores naturales” como dicen algunos “realizadores”, pues les cuesta el contacto físico en escena por que no están entrenados  y no son actores, entonces están violentando un proceso creativo artístico y no es culpa de ellos, si no del director o directora, que los coloca en esa situación.
4)      Deformación cultural, la sociedad, la educación nos empujan a masificarnos, a ser ciudadanos que cumplen su rol pero lo contradictorio es que esa masa que se pretende crear con el ser humano lo que logra es separarlo, ya no nos miramos, vemos gente en la calle, pero no hay contacto, y el primer contacto básico en escena es el visual, y ni siquiera se hace en la vida diaria.
5)      Una mezcla de todos los casos anteriores.

Ahora intentaré profundizar en cada punto para tratar de entender este “temor al contacto físico” que se hace más evidente cuando lo miramos en escena, sea teatro, cine o video.

De atrás para adelante, el punto 5 no necesita mucha explicación ya que es clara consecuencia de la mezcla de todos los anteriores.

El supuesto cuarto punto “Deformación cultural” la sociedad crea prejuicios, diferencias de clases, la educación aunque pretende ser estandarizada es totalmente desigual, los medios crean dependencia al consumismo y tratan de dictar maneras de actuar y de pensar, y aunque el objetivo primordial es hacernos iguales, ciudadanos ejemplares con los mismos derechos y deberes, es imposible de lograr, por una sencilla razón: no somos máquinas, somos seres únicos, y por eso es que esencialmente el ser humano es un ser social que necesita contacto físico, como necesita el aire, ya que mis diferencias las complemento con las de otra persona, por eso existe el arte por la diferencia de puntos de vista. Por eso existe el ser humano por que se necesita el contacto físico entre dos seres. Entonces tenemos que volver a lo básico, reaprender a tener contacto, como un niño de tres años que va sentado en el asiento delante del nuestro en el autobús y nos cautiva o nos asusta con su mirada inquisidora o con una sonrisa llena de vitalidad.

Tres “Los no actores o actores naturales”. Ahora los directores y directoras sobre todo en audiovisual tienen la costumbre de buscar sus protagonistas entre gente sin entrenamiento, por que en apariencia el actor o la actriz sobre todo los que trabajan mucho en teatro tienden a sobreactuar o a parecer poco naturales en escena, y es cierto en algunos casos. Entonces si el personaje es una señora que vende flores pues está bien que se busque a una señora que venda flores en la vida real, y no tengo la menor duda que lo va a hacer mejor que cualquier actriz, pero si esta señora en las circunstancias dadas del metraje tiene que prostituirse por que necesita salvar a su hijo enfermo con el dinero que le paguen sus clientes, y al realizador se le ocurre grabar una escena de la señora acostada en la cama con un hombre que la toca y la besa, creo que va a tener muchos problemas para lograrlo y si lo hace talvez sea después de la toma número 100. Se necesita entrenamiento para ese tipo de escenas y no de semanas, si no de años. Lo que va lograr el realizador es hacerle un daño sicológico a la señora en nombre del arte y grabar una escena de regular calidad en el mejor de los casos y con mucha suerte. Los procesos artísticos no se deben violentar, es algo lógico, básico. Nadie corre un maratón con un día de entrenamiento.

Dos; “actores entrenados pero que aún necesitan autoconfianza” y esto viene con el autoconocimiento, mi cuerpo es mi instrumento, necesita ser afinado día a día. En estos casos siempre es bueno conocer a la otra persona con la que haré la escena, hablar con ella o él, tomarse un café. Cuando estudiaba en el T.N.T de Costa Rica, en el segundo año de curso me tocó realizar una escena de amor con una compañera de clase, no éramos los mejores amigos; incluso teníamos diferencias, pero la escena salio bien porque teníamos año y medio de vernos todos los días de la semana durante un mínimo de cuatro horas, éramos novatos, pero estábamos entrenados, nos conocíamos y la escena fluyo. Ese es el secreto de los grandes grupos teatrales, la confianza que se desarrolla entre sus integrantes, incluso muchos directores de cine recurren a usar los mismos actores y actrices porque existe confianza y la confianza es conocimiento y facilita las cosas. Por otro lado hace dos años tuve que grabar una escena bastante íntima con una actriz con experiencia, talentosa, pero no nos habíamos conocido antes, la directora del cortometraje solo fijó un ensayo de la escena en cuestión y la actriz invitó a su novio al ensayo. Nosotros nunca nos sentamos a hablar y solo nos vimos en el ensayo y el día de la grabación, hubo que grabar como 12 tomas y creo que ninguna quedo bien, creo que se hubiera solucionado si hubiéramos tenido un par de ensayos sin el novio de la actriz, buscando ganar simplemente confianza, y nos hubiéramos tomado un café el día antes de la grabación, las escenas difíciles requieren más trabajo y eso hay que tomarlo en cuenta. Para terminar con este punto, hace poco me toco hacer un casting que involucraba tener una escena romántica con otra actriz, tuve la suerte de que me toco hacerlo con una amiga actriz a la cual conozco hace aproximadamente 20 años, pero teníamos como unos tres de no vernos, hicimos el casting juntos y los dos obtuvimos un papel en el programa, creo yo gracias a la confianza que nos teníamos. Entonces sí es muy bueno lograr todos los minutos de conocimiento de la otra persona que se puedan. Los realizadores deberían dejar que sus actores se sienten a conversar de lo que quieran, el punto es la confianza que se va a generar y está se verá reflejada de manera positiva en la puesta en escena.














Fotografía Hugo Dena, taller de formación actoral.


Punto uno “actores con mucha experiencia, muy talentosos y con mucho ego” Bueno como dije al principio; sí es verdad que todo ser humano tiene un campo vital único y debe ser cruzado solo cuando hay una verdadera justificación, pero voy a empezar primero con el punto negativo “el ego” actores y actrices que no se tocan por que son “divos / divas” y simplemente piensan: Yo soy mejor que él otro. O yo se más que todos y esta escena se debe hacer de esta manera. O lo hacen todo a pura técnica para evitar el cansancio, desgraciadamente eso es lo que más vemos en la escena hoy en día; actores que actúan, actores que no viven momento a momento. Una mueca de la vida.

Ahora y para ser justo, también hay directores, realizadoras, productores etcétera, que no respetan el espacio vital del actor y del personaje y quieren ir contra las leyes del arte, y aquí es a donde quería llegar.

Me parece que Shakespeare fue el que dijo que “el arte no es la representación de la vida, si no la representación de lo representable de la vida” Ahora yo estoy convencido que todo en la vida es representable, pero tiene que ser representado como algo superior a la vida misma.

Entonces, si tomamos por ejemplo la obra “Romeo y Julieta” podemos ver que trata sobre el amor, la pasión, el odio, la venganza. Los personajes de Romeo y Julieta son altamente complejos y son solo dos adolescentes. Shakespeare manejó el contacto físico entre estos dos personajes de una manera magistral, una obra de arte. Una mirada entre ellos representa un mundo de deseo, el roce de un guante es erotismo total, un simple beso el éxtasis supremo. Esto se logra por que todos los contactos físicos están plenamente justificados, son artísticos, son superiores a la realidad, pero al mismo tiempo es la realidad misma comprimida. Cuando Romeo y Julieta se besan solo se han tocado dos o tres veces en toda la obra y esto permite que el espectador cree su propio mundo, su propia lectura mágica de la historia. ¿Qué pasaría si a algún director se le ocurriera que desde la primera escena Romeo y Julieta estén en un puro toqueteo, besos y juegos sexuales, como lograría el clímax ese director? Me imagino que tendría que haber contacto sexual explicito, y no es que esto sea malo, pero le quitamos al espectador ese mundo mágico que se había creado, esa parte imaginativa que es tan importante en el arte. Perfilo algo y el espectador lo complementa, no represento la vida como tal si no que la comprimo, la hago representable artísticamente.

Pero este es solo mi punto de vista, sin embargo es un tema apasionante sin lugar a dudas y abierto a comentarios y opiniones diversas.





Escena de la película Cold Mountain (2003), protagonizada por
Jude Law y Nicole Kidman.

viernes, 18 de enero de 2013

El Coaching para actores

Cruzando el puente acompañado

Antes de empezar a hablar de "Coaching de actores" sería importante definir que es en principio "Coaching" ¿Para qué se utiliza en terminos generales?. Una buena definición que encontré al respecto es la siguiente: "una de las actividades fundamentales de un Coach es la de despertar en el cliente o Coachee el hallazgo de elementos y herramientas para una observación interior que ayude a destrabar conceptos y creencias erróneamente instaurados en él, consiguiendo poner en marcha acciones alternativas suficientes para permitir conseguir objetivos" tomado de: http://www.thesecretlarevista.com.

En realidad la función del Coach de un actor es la de despertar y o promover en el actor el hallazgo de elementos o pistas que le permitan aproximarse al personaje, y esto se logra gracias a que el Coach está lo suficientemente distanciado del o de los personajes, como para tener una visión más exterior de lo que le sucede al y con el personaje. Muchas veces como actores y sobre todo en el audiovisual no contamos con el tiempo suficiente como para analizar a fondo nuestro personaje, casi que leemos el guión y hay que grabar o con suerte tenemos uno o dos ensayos  y si nos sacamos la lotería esos ensayos serán con los actores o actrices del cortometraje y ni hablar que el ensayo sea en la locación, por que muchas veces el ensayo es con el director o el productor leyendo a la otra parte y en el lugar más diferente posible a donde se grabará. Además generalmente el director tiene poca experiencia dirigiendo actores o está demasiado ocupado con detalles técnicos, aparte de que generalmenta habrán más de tres actores, más los extras, más el productor quejándose por el tiempo, etcetera.

Aquí es donde la figura del Coach se vuelve utílisima, ya que es un intermediario entre el director y el departamento de actuación, además se convierte en tu persona de confianza, amén de que un Coach siempre va a ser un compañero actor o actriz con experiencia que ya ha estado en tus zapatos muchas veces y sabe lo que eso significa y lo que representa estar ahí.

Así que si se tiene la suerte de tener un Coach, hay que brindarle toda la confianza y trabajar como un equipo. El Coach facilita o guía, nunca aconseja o dirige, dirigir no es su función si no ayudar simplemente, con lo cual la satisfacción del profesional es máxima. Es precisamente el actor o actriz, quien da verdadero sentido a la intervención del Coach y le habilita.

En mi experiencia como actor he tenido la dicha de trabajar con dos Coaches, que me ayudaron a aproximarme al personaje. Dos maravillosas maestras actrices. Puedo decir que sin la ayuda de ellas, no habría conseguido lograr los matices propios del personaje, me alivianaron el viaje, me divertí y sobre todo aprendí con ellas.

Hace un año aproximadamente tuve la oportunidad de ser coach de actores en el cortometraje "Amicus" aún en etapa de post producción, realizado por el productor audiovisual costarricense Juan Pablo Solís. Fue una experiencia enriquecedora, pude acompañar en el viaje a dos excelentes interpretes. Al actor Roger Ismael Rodriguez y a la joven actriz Laura Murillo Rodríguez. Definitivamente estoy convencido de que la figura del Coach es de gran ayuda para el actor y puede hacer gran diferencia en cualquier proyecto. Eso sí, me parece que un coach de actores debería asistir como máximo a dos actores; ya que definitivamente se necesita desarrollar una confianza mutua y su conocimiento del personaje debe ser tanto o más fuerte en un sentido global inclusive que la del mismo actor / actriz que interpretará dicho personaje.

                               Escena del cortometraje "Amicus" material sin editar.

Así que cuando te toque trabajar con un Coach disfrutalo, relajate, deja el ego a un lado y lanzate a cruzar el puente con un acompañante silencioso.


domingo, 9 de diciembre de 2012

El oficio del actor - Documental


El oficio del actor - Documental con Javier Bardem, Luis Tosar, Eduard Fernandez, y Mariano Barroso 2005

Documental dirigido por Mariano Barroso en el 2005 donde nos sumergimos en una afable conversación -sobre la profesión de actor- entre tres grandes actores españoles: Javier Bardem, Luis Tosar y Eduard Fernández.

Un video que debe ser visto por todo actor y actriz.

 Antes quiero compartirles el siguiente blog, que me parece maravilloso para entender un poco mejor los procesos necesarios para lograr una buena interpretación, además de darte valiosas herramientas para crecer no solo como artista si no como ser humano.

El blog está administrado por Marian Li, actriz costarricense que reside en Europa, desde allá ella nos comparte todas sus experiencias y formaciones recibidas.

Gracias Marian por tu valiosa ayuda. 

http://www.comohiceparacambiardevida.com/  



Si no visualisas el video recarga la página (F5).
El oficio del actor - Documental con Javier Bardem Luis Tosar Eduard Fernandez Mariano Barroso 2005 from Román Reyes on Vimeo.

 

El video es cortesía de Roman Reyes 


miércoles, 17 de octubre de 2012

Curso De Entrenamiento Para Actores y Actrices. Por Hugo Dena

En esta ocasión quisiera compartir con ustedes esta reseña del curso de entrenamiento para actores y actrices realizado por el actor mexicano Hugo Dena, quien muy amablemente accedio a escribir a cerca de su experiencia como facilitador en este curso recién concluido en el mes de octubre y compartirlo con todos nosotros.

Antes quisiera señalar que he tenido la oportunidad de conocer a Hugo y ha sido una experiencia enriquecedora, ya que es un gran ser humano y un excelente actor. Esto me agrada mucho porque aúnque estemos a grandes distancias todos los actores y actrices podemos compartir nuestros trabajos y seguir creciendo como seres humanos y artistas utilizando este tipo de tecnología.

Bueno sin más les dejo con esta excelente reseña. Muchas gracias Hugo por toda tu coloboración.


Reseña del Curso De Entrenamiento Para Actores y Actrices 
 Por Hugo Alberto Dena.

Torreón, Coahuila; México – Agosto a Octubre de 2012.
Duración: 18 Sesiones de 2 a 3 horas cada una.

Hugo Alberto Dena. Torreón, Coahuila; México. 1975.

Actor, director de escena y capacitador de actores.
Inicia su trayectoria como actor en 1991 aún siendo estudiante de bachillerato, posteriormente se incorpora a diversas compañías teatrales en su ciudad de origen como actor realizando giras por todo el país, cursa estudios en diversas instituciones de formación escénica en la Ciudad De México, como el Complejo Cultural San Rafael, el Centro Cultural San Ángel y en el Centro Regional de Cultura de Toluca, Estado de México. Entre sus trabajos como actor se encuentran: Funerales y Bodas,  Regalo de Navidad, Jesucristo Superstar, Regresarás de las tinieblas, ¿Y...Dónde está el Tenorio?, Habitación 321, Los De Abajo, Peter Pan, La Bella y La Bestia, Drácula de Bram Stocker, Cenicienta, El Grinch, La espada en la piedra, Los cuervos están de luto, Usted puede ser un asesino, y muchas más a nivel nacional, además de  El corrido del barrio, en Denver, Co. Estados Unidos. En la dirección de escena: Habitación 321 (1999), Jesucristo Superstar (2006 y 2007) y Lepidópteros y Árboles (2012), éste último, con el grupo de actores egresados de su curso de entrenamiento para actores y actrices.
Su dedicación al arte teatral, lo lleva a tomar cursos constantes de capacitación relacionados a su labor dentro y fuera de los escenarios, como la dramaturgia, entrenamiento físico, exploración teatral, instalación, composición escénica del teatro, composición del teatro chicano (USA) y laboratorios de experimentación teatral.
Actualmente, es asistente de dirección de la puesta en escena La pinche india, de Mario Cantú Toscano, dirección de Uriel Rangel y producción de La Hoja En Blanco, a cargo de Cecy Guerrero; proyecto becado por el Instituto Tamaulipeco Para La Cultura y Las Artes y El lnstituto Nacional De Bellas Artes en su programa Práctica de vuelo, además de desarrollar de su siguiente proyecto de lectura dramatizada en atril: “Macario” de Bruno Traven y en su proyecto de técnica teatral personal denominado por él mismo “Deconstrucción Escénica”.

Parte I
El curso de entrenamiento para actores y actrices que se impartió durante dos meses en Torreón, México, por un servidor, tuvo como misión principal dar formación actoral y proporcionar las herramientas necesarias para un óptimo desempeño escénico a los actores y actrices en capacitación, instruir nuevos talentos para las artes escénicas y/o reforzar los conocimientos previos en caso de aquellos elementos que cuentan con experiencia artística (se les recuerda que nuestra convocatoria era abierta a todo tipo de público interesado en inscribirse al curso), así como de compartir los conocimientos adquiridos durante mis años de estudiante de arte dramático, teatro musical (tema que no fue parte del curso) y actor de la disciplina teatral en varios géneros, además de los conocimientos vivenciales, íntimos y personales (si, la labor de compartir el verdadero “yo” y que los directores de teatro, al menos en México no realizan, por temor a que eso los vuelve vulnerables frente a sus estudiantes o actores, lo tomé con mucho gusto y sin la preocupación mencionada), además del material de investigación y asesoría de Alfredo Vargas, desde Costa Rica, cuyo método basado en Stanislavsky, Peter Brook y Eric Morris, me ayudó a plantear un curso de autoexploración, desarrollo y creación escénica libre de realizarse por los intérpretes, capacitándolos también en la comprensión de la dirección y dramaturgia.
Ahora me concentraré en hablar sobre el grupo de personas que concluyó el curso: 10 personas. Sus orígenes artísticos, laborales, familiares y sociales de todas estos jóvenes de entre 17 y 38 años de edad, solteros y casados, no fue un impedimento para alcanzar el objetivo de representar una puesta en escena como parte de la muestra final del curso: Ejecutivos de empresas, estudiantes, chefs, poetas, un director de escena, actrices, actores de cine y una ex bailarina, algunos de ellos, inclusive, desempleados. En todos se presentaban casos de irregularidades en su tarea como intérpretes, entre las que destacan:
·        Experiencia escénica sin preparación previa.
·        Experiencia escénica con preparación trunca o incompleta.
·        Preparación como actor o actriz, pero sin experiencia escénica.
·        Experiencia escénica con vicios de conducta sobre el escenario.
·        Desarrollo de conductas inadecuadas en la interpretación (dispersión, fácil distracción, sin concentración constante).
·        Desconocimiento de capacidades personales como intérpretes.
·        No habían trabajado o desarrollado labor como actores de manera libre o creativa, pues siempre estaban sujetos al dominio de un director de escena castrante.
·        Falta de acondicionamiento físico o vocal.
·        Nulo autoconocimiento.
·        En algunos casos, falta de empatía ante las diferencias sociales y laborales que como intérpretes no deben de existir.
La primera parte del curso me concentré en conocer más de cerca a los participantes, realizando preguntas sencillas en grupo, tales como:
a)     Yo soy…
b)     Me dedico a…
c)      Lo que quiero de este curso es…
Con la finalidad de que hablaran de sus experiencias previas y metas dentro de la interpretación, todos coincidían en el objetivo del mayor aprendizaje posible del curso, semana con semana, planeaba en una bitácora y registraba las actividades, ejercicios, objetivos y finalidades del mismo que debíamos realizar; les cuestionaba si habían realizado algún trabajo previo similar, para apuntalar sobre dicho tema y proporcionarles más información al respecto. Nuestras primeras actividades se centraron en el tipo de calentamiento físico y estiramiento a realizar en cada sesión, en el autoconocimiento del cuerpo, el contacto con éste y con otros cuerpos, en la respiración, acondicionamiento físico, concentración, ritmo, espacio y tiempo. 
Parte II 

Las cuestiones disciplinarias no eran un asunto grave (a excepción de que algunos no podían permanecer en silencio o inmóviles por mucho tiempo), las indicaciones de disciplina eran muy básicas y flexibles: asistencia, puntualidad, silencio, no interrumpir ejercicios y tres puntos que desde el principio quedaron muy claros:
·        No dar aviso previo de que no asistirá a la clase; pues en lo personal, creo que una notificación de tal naturaleza condiciona e inclusive persuade al director, de no tomar en cuenta el trabajo de aquella persona que haga tal aviso.
·        No justificarse, disculparse o pedir perdón en caso de cometer un error durante las sesiones. Los actores somos acciones, no justificaciones ni exclamaciones derrotistas. En nuestro curso no calificamos con números o etiquetamos el desempeño de los actores, todos estamos expuestos a cometer una equivocación, el guía o instructor estará siempre del lado del actor para ayudarlo, no para condenar sus acciones.
·        Mantener apagados sus teléfonos celulares u cualquier equipo de comunicación para evitar interrupciones.
Luego, les pedí olvidar los conocimientos adquiridos durante sus carreras como intérpretes, que si tenían algún tipo de experiencia escénica se olvidaran de ella, pues estábamos por reiniciar desde cero el aprendizaje; para lo cual, dimos inicio a desechar todo aquello que no nos servía, como los vicios escénicos, muletillas, expresiones corporales erróneas, etc. Los ejercicios de reinicio y de trabajo físico comenzaron a dar resultados favorables en muy corto plazo, los actores y actrices ponían en práctica en sus respectivas compañías o agrupaciones los ejercicios y compartían el conocimiento adquirido en el curso, cada sesión demostraban tener mayor disposición  y voluntad para realizar el trabajo propuesto. Rápidamente alcanzaron un nivel de trabajo físico aceptable y evolutivo, ahora venía lo más interesante: dar inicio al trabajo vivencial, interiorista y descubrir el “yo”; Pues un actor que no se conoce desde dentro, ofrece una pobre o nula interpretación, se vuelve tenso, incoloro y desarrolla solamente personajes fuera de la realidad, vacíos y denigrantes para el arte escénico;  eso era lo que yo como instructor no quería para mi grupo de actores.
Al dar inicio al trabajo de control de la respiración, relajación y concentración musicalizada, descubrí que los actores se tensaban por razones ajenas al curso, que no podían olvidar sus vidas cotidianas o dejarlas fiera del salón de clase, por lo que insistí durante varias sesiones en la relajación y concentración en lo siguiente: “lo más importante en este momento, es lo que hace aquí, lo que hace ahora”. La respiración grupal en contacto con otros cuerpos mostró los primeros resultados cuando dimos inicio al trabajo con objetos, los actores descubrían texturas, colores y usos que jamás habían imaginado que existieran.
Realizamos un ejercicio permanente durante la mayor parte del curso: cada día, en un papel tapiz de 8 metros de largo, deberían escribir dos palabras o dos acciones que marcaran su vida diaria, para que expresaran el sentir de su vida cotidiana y descubrir emociones nuevas, el papel tapiz sería utilizado como parte del piso del escenario donde presentaríamos la muestra final, de tal manera que actuaríamos sobre nuestras propias emociones. Ligado a esto, cumplimos la primera tarea de expresión del interior: “Mi pastel de los deseos”, actividad en la que debían llevar lo emocional a lo físico, convertir sus emociones en ingredientes para cocinar un pastel que representara sus más grandes deseos.

Parte III
                                                    "Estudiantes del taller en un ensayo"

El encuentro de los actores con su interior desencadenó una serie de necesidades expresivas, uno a uno hablaba de su personalidad como algo único que no alcanzaban a entender, se respetaron sus vidas personales e íntimas, lo importante era aumentar sus capacidades expresivas y de entendimiento personal, la interconexión de personalidades entre los actores y actrices reforzaba los lazos de amistad que entre ellos surgía pero que, por cuestiones ajenas no se concretaban.  A la par de este avance, les propuse analizar las causas  e impedimentos para el SER que Eric Morris plantea en su método:
¿Qué nos impide SER?
A)    Las consecuencias
B)    El miedo al ridículo
C)   La retracción
D)   La violación de nuestra "imagen".
E)    El tiempo y la posición
F)    La edad
G)   El miedo al fracaso
No se trató de violar la personalidad, carácter, identidad e individualidad de los actores y actrices, la tarea se les encomendó con el único fin de entender, que no podemos vivir siendo quienes no somos, pues vivir en constante “actuación” o limitante expresiva es cansado y causa tensión, que aquellos que nos distingue de los demás es nuestro interior y talento, no nuestra imagen; a su vez les pedí evitar cuestionar o señalar las diferencias o problemáticas del resto del grupo. Preferí pedirles que hablaran de lo que admiran de otras personas, de sí mismos, que se reconocieran con capacidades y limitantes que, con el trabajo diario, todos juntos podríamos mejorar.
Luego de este primer encuentro consigo mismo, dimos continuidad a los ejercicios de calentamiento de cada sesión, aunado a los ejercicios de concentración y respiración, se le pedía a los actores que, acompañados de una música de fondo se concentraran y crearan imágenes basadas en colores y objetos muy relacionadas a sus vidas personales; algunos imaginaban cocinas, salas, estancias, tiendas, bosques, casas, escenarios, carreteras, todos con elementos reconocibles, los colores los utilizaban en su imaginación para pintar los escenarios a donde prácticamente se trasladaban y observaban detenidamente, les pedía crear y escuchar los sonidos más memorables de sus vidas, música, voces, sonidos del ambiente y entorno; para salir de la ejercitación, les pedía que quitaran el color, los objetos uno a uno, con calma, tomándose su tiempo, sin prisa, hasta que finalmente quedaran ellos mismos y se pintaran a ellos mismos del color de su elección. Estos ejercicios los realizábamos con la finalidad de que uno a uno creara una atmósfera favorable para todo aquello que pudiera representar en escena, para que ejercitaran su imaginación, pus un actor que no imagina, no puede crear y a su vez, no puede expresa, comprender  ni sentir su entorno escénico.
En la siguiente sesión realizamos actividades de contacto y manejo de objetos con peso considerable, utilizábamos sillas, baldes con agua, vasos con agua, realizábamos intercambios entre actores para cargar los objetos y trasladarlos a alguna parte de nuestro salón de ensayo, a cada intercambio, el actor que entregaba el objeto debía decirle al actor que lo entregaba: “esto es un balde con… llévalo a otro lugar” por muy pesado o asqueroso que fuera el contenido (desde un balde con  leche o flores hasta uno con excremento de vaca), el actor debía sentir las sensaciones que el contacto le provocaba: asco, ansiedad, miedo, impotencia, incapacidad, náuseas, satisfacción, empatía, felicidad, gustoetc; todas debían exteriorizarse al grado de la exageración y convencimiento de que en verdad se trataba de un contenido no deseado.
Luego vino la ronda de “los tres círculos de la verdad” donde cada uno hablamos de cuestiones físicas y emocionales, hablando de lo que no nos gustaba físicamente de nosotros mismos, lo que nos desagrada de nuestra forma de ser y nuestro mayor defecto. Fue una tarea difícil, pues el primer voluntario en hacer el ejercicio tardó 5 minutos en decidir si él abría la ronda de declaraciones, todos coincidieron en que era un gran alivio hablar de las cosas que comúnmente no mencionan incluso a personas de muchísima confianza. Luego realizamos un inventario personal, donde cada actor elegía a una persona a la cual le respondía preguntas pre-formuladas sobre su situación de vida persona, emocional y de expectativas de vida. Exactamente a la mitad del curso tomamos una pausa de una semana, donde precisamente nació el objetivo de crear una dramaturgia especialmente para cada actor, para lo cual, realizamos una asignatura base para cumplir nuestro objetivo, el actor, debería de comenzar a redactar un autoanálisis preguntándose:
- ¿entonces, quién soy?
- ¿soy quien puedo o soy quien debo?
- ¿qué me hace sentir sensaciones positivas?
- ¿qué me hace sentir sensaciones negativas?
Así mismo se les pidió que redactaran una carta de despedida, dirigida a algo a quien quisieran decir adiós, a un sentimiento, a una persona, etc.
Recibí las asignaturas para su revisión, mi sorpresa fue que esas personas con quienes estaba trabajando no eran las mismas que conocí cuando inició el curso, que estaban evolucionando a ser personas antes de ser intérpretes. Para homologar sus capacidades interpretativas con su personalidad, realizamos trabajos de vinculación entre lo físico, lo emocional y lo expresivo, así dimos paso a nuestras siguientes actividades: desplazamientos sobre el escenario y representación de emociones y recuerdos con estatuas, convertimos todo nuestro cuerpo en un generador completo desde el interior hasta lo más posible del exterior. Como en cada una de las ejercitaciones tanto físicas como de trabajo con lo emotivo, fui parte del grupo, realizando la gran mayoría de las actividades.
Dimos inicio al taller de representación específicamente para nuestra muestra final, se acercaba la fecha en que debíamos dar muestra de lo aprendido durante dos meses de trabajo arduo. Dimos inicio a la lectura de la dramaturgia de nuestro ejercicio de exploración llamado “Fotograma” y del poema escénico que representaríamos titulado “Lepídópteros y Árboles”, texto con el que estuve trabajando durante un año, realizando lectura de comprensión, subtexto y creación, cabe destacar que el constante contacto con el autor, fue un motor muy importante para realizar un buen trabajo tanto de dramaturgia como escénico. En cada sesión les pedía a los actores que crearan estatuas vinculadas a las palabras originadas en el texto, para vincularlas con lo que deberíamos mostrar en escena y sensibilizarlos sobre el contenido literario de la obra. El trabajo de dirección y trazo escénico lo realizamos en tiempo récord: una semana, 3  sesiones para la primera parte de nuestra muestra final y 3 sesiones para el poema escénico. No tengo mayor prueba de que nada es imposible.

Parte IV
El resultado:
El pasado 3 de octubre en el Teatro Nazas de Torreón, México; presentamos nuestra clase abierta al público, en la modalidad de teatro – arena, con capacidad para 120 espectadores, además de que estrenamos a nivel nacional el poema escénico “Lepidópteros y Árboles”, en su versión dramatizada especialmente para teatro. Un trabajo honesto de cada uno de los actores nos llevó a obtener una ovación cálida del público, la satisfacción de ver el crecimiento interpretativo de este grupo de actores y actrices.
Personalmente éste es el curso que he impartido, e incluso de los que he recibido, ha sido el que mejores resultados y satisfacciones individuales ha brindado, he visto como cada una de las personas que concluyeron la instrucción y capacitación han llevado el cambio positivo y propositivo a sus vidas artísticas, profesionales y personales. Tengo una satisfacción muy grande por ser parte de sus vidas y de su instrucción como intérpretes, a la par de una motivación para dar continuidad a la capacitación de actores, tanto con este mismo grupo como con integrantes nuevos, hemos recibido las primeras invitaciones para presentarnos en dos festivales de teatro, uno de ellos en las festividades de noviembre en la ciudad vecina y una más en un proyecto de festival de teatro experimental, además de llevar el curso a otra ciudad cercana a la nuestra, con la finalidad de formar una nueva agrupación en la ciudad en cuestión. Las críticas de compañeros actores, directores y creadores que asistieron a la representación fueron positivas. Ante todo esto, he tomado la decisión de formar mi propia agrupación teatral, con la finalidad de continuar con la capacitación actoral en cursos, talleres y realizar nuestras propias producciones escénicas. Tenemos un nombre ya decidido, como actor y director me respalda una trayectoria, el apoyo, confianza y motivación de personas a quienes no defraudaremos.


Parte uno de la primera muestra del laboratorio de experimentación teatral "Reteatro Instalación".
Laboratorio experimental de artes escénicas donde actores, actrices, clowns, malabaristas, cirqueros, musicos y artistas de otras disciplinas artísticas realizan un performance colectivo y multidisciplinario.